CLASE SE COSTURA CÓSMICA

Cada individuo que encarna en la Tierra tiene en la mano una aguja, y sobre el ojo de esa aguja fluye el hilo de la vida. Cada quien tiene que coser su patrón, y nadie le puede quitar la aguja al costurero o siquiera realizar una puntada en el patrón de su vida. Así como el ojo es la eficacia de la aguja a través de la cual fluye el hilo de la vida, asimismo el gran "YO SOY" Cósmico es el principio dador de vida del hombre. La personalidad humana -o ser externo- es sinónimo con la aguja que se utiliza para coser el patrón a expresarse en la experiencia individual de cada ser humano.
A través de la misericordia, la Ley Cósmica permite intervenciones hasta el punto en que las puntadas incorrectas puedan ser recortadas, y el hilo incorrectamente aplicado pueda ser extraído del patrón (uso de la Llama Violeta de Misericordia). La vida igualmente permite -mediante la contemplación, la meditación y las aspiraciones del caminante en el sendero- que los Seres Perfeccionados ofrezcan su asistencia para mostrarles la manera de efectuar correctamente las puntadas. Igualmente, el patrón podrá serle presentado al costurero como una guía para sus dedos, pero desde el más bajo hasta el más alto, la costura propiamente dicha tiene que darse a través de los propios empeños personales. Esta es una manera doméstica de expresión, sin embargo estas frases domésticas a menudo llevan una imagen mental que le permiten al chela comprender que el empeño auto-consciente precede a la Maestría.
Los Maestros Ascendidos han eliminado una y otra vez patrones equivocados, y un nuevo hilo ha sido insertado en la aguja; una y otra vez el patrón completado ha sido puesto ante los ojos del chela, y al verlo, asume un empeño renovado para poner de manifiesto el plan vital de belleza, paciencia, paz y riqueza de todo lo que es bueno para él. Cuando el ser humano aprenda que el auto-control es esencial para los Maestros, comenzará a saber que esa Maestría transmuta todos los errores; y que la aplicación del propio hilo de vida expande la Llama Divina hacia la Maestría de todas las energías y vibraciones en su propio mundo... y luego en una capacidad más amplia para ayudar a otros.
Tomado del Libro “Boletines Privados de Thomas Printz”.Vol.5