miércoles, 29 de septiembre de 2010

REFLEXIÓN

Sabiendo que solamente en nuestro cuerpo físico, albergamos:

- Trece mil millones de neuronas en el cerebro

- Cien mil millones de receptores en los ojos que nos permiten gozar de los colores, de la luz….

- Veinticuatro mil millones de filamentos en nuestros oídos que vibran con el viento, con la suave música…

- La capacidad de hablar, que nos distingue del resto de los otros Reinos

- Movilidad y para ello contamos con 500 músculos, 200 huesos, 7000 nervios,…..

- Pulmones que actúan como filtro a través de seis mil millones de alvéolos

- Corazón que no deja ni un segundo de latir

- Sangre actuando como vehículo de veintidós millones de células sanguíneas compuestas de átomos vibrando a más de diez millones de veces por segundo

Amén del resto de órganos que componen nuestro cuerpo físico que a su vez están formados de tejidos, que a su vez están formados de células y todo esto en perfecta armonía y sobre todo en ritmo constante.

Pues bien, si aún sabiendo todo esto, y que es una ínfima parte de lo que nos rodea, una ínfima parte de lo que existe a lo ancho y a lo largo de todo el Cosmos, yo me pregunto, y son muchas las preguntas que surgen en mi mente:

1) ¿Y aún el hombre se permite creer que todo esto puede ser producto de la casualidad?

2) Teniendo el conocimiento, a través de la ciencia, de la vastedad del universo, ¿aún nos permitimos afirmar que somos los únicos habitantes en todo el Cosmos?

3) Y aún viendo las aparentes diferencias entre unas y otras corrientes de vida como por ejemplo aquéllos que “viven” más de cien años en contraposición a aquéllos que sobreviven sólo unas horas o aquéllos otros que ni siquiera nacen con vida, o las aparentes diferencias entre una persona que nace en el seno de una familia acomodada en contraposición a aquéllos que nacen en el seno de una familia que no está provista ni de las necesidades más básicas, nos permitimos albergar el pensamiento de que ésta es nuestra única vida. ¿Dónde están entonces las oportunidades? ¿Qué oportunidades hay para una corriente de vida que no sobrevive ni el período prenatal?

4) ¿Cómo es posible que personas como los científicos se obsesionen intentando encontrar vida en otros planetas del sistema solar, siendo incapaces de ver que la vida existe por doquier, que no existe ningún recoveco en este Universo en el cual no exista la vida ya que la Vida es Una aunque tiene múltiples manifestaciones?

5) ¿Cómo es posible que la humanidad en su gran mayoría de por sentadas todas las cosas? Damos por sentado todas las manifestaciones de la naturaleza: el agua, el viento, los frutos, las cosechas; damos por sentado que por la mañana el aire es más fresco y puro que por la tarde sin siquiera preguntarnos dónde se ha ido esa contaminación; damos por sentado ese ritmo imperante en la naturaleza en la sucesión de las estaciones, en el ritmo de las mareas, en la sucesión del día y la noche, en un sol que no deja ni un solo segundo de emitir Luz y ya más cercano a nosotros mismos, nuestro corazón que no deja de latir ni un solo segundo.

6) ¿Por qué no nos preguntamos de dónde viene esa vida que anima nuestro cuerpo si ya sabemos que cuando esa vida deja de vitalizarnos, nuestro cuerpo físico perece?

7) ¿Por qué nos conformamos con nacer, crecer, reproducirnos, acumular bienes materiales y morir?

8) ¿No nos damos cuenta de la cantidad de procesos que se producen en nuestro cuerpo físico y de los cuáles no somos la mayor parte de las veces conscientes? Me estoy refiriendo por ejemplo al proceso de respirar, al hecho de que nuestra sangre circula, nuestras células trabajando cada una en su trabajo y no interfiriendo con las otras. Si no somos nosotros quienes conscientemente realicemos todos estos actos ¿no cabría preguntarse cómo es que todo esto se lleva a cabo?

E infinidad de preguntas más que se me vienen a la mente. Sin embargo la humanidad cae en la arrogancia de dar todo esto como sentado porque siempre ha sido así y es más cómo pensar y creer sólo lo que percibimos a través de nuestros sentidos sin caer en la cuenta de lo absurdo de esta acción ya que entonces podríamos alegar que hay tantas cosas que aún si poderlas ver, tocar, oler…. Somos conscientes de su existencia. Imagina nuestros pensamientos, podemos abrir el cerebro y aún y así nadie los puede ver, sin embargo somos conscientes de ellos. Y si tomamos las cualidades o virtudes tales como el amor, la fe, la esperanza, la caridad,… ¿quién los ha visto? ¿Quién los ha tocado? Y sin embargo de una manera u otra todos somos conscientes de su existencia, vemos sus efectos y por tanto no podemos negarlos. ¿Podría un ciego negar algo que él no puede ver? Sin embargo eso no significa que no exista.

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