Amados míos, en cuanto a su salud, fortaleza y energía concierne, oh, no cedan ni por un momento a ningún sentimiento de perturbación. Permítanme ayudarlos a rechazar toda enfermedad o falta de energía. Tales condiciones se derivan de fijar su atención sobre lo que ha estado ocurriendo. Muchas veces en conversaciones, ustedes se han enterado de alguna condición-neumonía u otro llamado “quebranto de salud”. La primera vez que ustedes se resfrían, dicen: “¡Oh, tengo neumonía!” Mi gente querida, te digo esto con toda la seriedad del caso porque no tienes ni idea de cómo tu mundo emocional está actuando en la aceptación de esas sugestiones. Es por esta razón que necesitas estar en guardia todo el tiempo. Si –por cuestión de diplomacia- les toca escuchar una conversación en la que se trata de tales sugestiones, invoquen su “Presencia” a la acción para que monte guardia y rehúse aceptar toda sugestión externa. El bendito mundo médico hoy en día parece hacer de eso una parte de su trabajo. Los médicos piensan que deberían ofrecer estas sugestiones verbales a la humanidad. Ellos dicen, “según el diagnóstico, usted tiene tal o cual cosa”. Si ustedes lo escuchan, entonces lo tendrán.
Supongamos que se estuviera dando la apariencia de ese desorden físico. Si asumen la postura y sentimientos opuestos, y dicen: “¡Magna Presencia YO SOY” disuelve eso! ¡No lo acepto!, antes de que se den cuenta, la cuestión se habrá disipado. Ustedes son el decretador para su cuerpo y mundo, Amados Míos. Siéntanlo, sépanlo y séanlo. Nadie puede alcanzar la Victoria por ustedes. Es menester que sean firmes en esta postura. Ustedes quieren lograr su propia Victoria –no que alguien al alcance por ustedes. Por tanto, Mi gente querida, en toda la Asistencia que sientas que necesitas invocar desde tu “Presencia” no cedas ni un momento al sentimiento de que tu propio Poder no es suficiente.
A la humanidad en pleno se le ha enseñado durante siglos a acudir a algo externo por ayuda, cuando el Poder que palpita en su corazón es Infinito, Todopoderoso y es la Salud Perfecta; es la Perfección de todo logro, sin importar cuál pueda ser el requerimiento. Por tanto, vivan en ese Poder de su Vida. ¡Siéntanlo profundamente! ¡Séanlo! Sean la Gloria de Dios, su “Magna Presencia YO SOY”, en pleno Comando, pleno Dominio, Pleno Poder y Acción.
Supongamos que se estuviera dando la apariencia de ese desorden físico. Si asumen la postura y sentimientos opuestos, y dicen: “¡Magna Presencia YO SOY” disuelve eso! ¡No lo acepto!, antes de que se den cuenta, la cuestión se habrá disipado. Ustedes son el decretador para su cuerpo y mundo, Amados Míos. Siéntanlo, sépanlo y séanlo. Nadie puede alcanzar la Victoria por ustedes. Es menester que sean firmes en esta postura. Ustedes quieren lograr su propia Victoria –no que alguien al alcance por ustedes. Por tanto, Mi gente querida, en toda la Asistencia que sientas que necesitas invocar desde tu “Presencia” no cedas ni un momento al sentimiento de que tu propio Poder no es suficiente.
A la humanidad en pleno se le ha enseñado durante siglos a acudir a algo externo por ayuda, cuando el Poder que palpita en su corazón es Infinito, Todopoderoso y es la Salud Perfecta; es la Perfección de todo logro, sin importar cuál pueda ser el requerimiento. Por tanto, vivan en ese Poder de su Vida. ¡Siéntanlo profundamente! ¡Séanlo! Sean la Gloria de Dios, su “Magna Presencia YO SOY”, en pleno Comando, pleno Dominio, Pleno Poder y Acción.
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